¿Cuál es la diferencia? Con el agua pasa lo mismo que con los alimentos: Cuando pasas por el pasillo de un supermercado puedes identificar y diferenciar lo comestible de lo saludable… ¿Cierto? Veamos qué distingue al agua del grifo con respecto al agua purificada y alcalina.
¿QUÉ HAY DE MALO EN TOMAR AGUA DEL GRIFO?
El agua que recibimos en nuestras casas está catalogada como “potable” por cumplir ciertos estándares. Sin embargo si quieres cuidar tu salud es recomendable que la lleves a un nivel de calidad superior, ideal para el consumo humano.
Tomar agua directamente del grifo puede llegar a afectar tu sistema digestivo e inmunológico a mediano plazo especialmente por contener cloro, sustancia que se usa para liberarla de bacterias; aun así algunas bacterias y virus pueden colarse a lo largo del recorrido del agua a través de las redes de distribución de agua hacia tu casa.
También algunos agroquímicos o metales pesados pueden estar disueltos en el agua y resultar imperceptibles para nuestros sentidos, ya que no alteran significativamente el sabor o color del agua.
¿QUÉ CARACTERIZA AL AGUA PURIFICADA?
Un sistema de purificación de agua se encarga de retirar todas las sustancias indeseables por ser potencialmente patógenas, es decir, que pueden ser causantes de desequilibrios en nuestra salud y manifestar una enfermedad aguda, como diarrea, o crónica, como cáncer.
Sedimentos, químicos, bacterias, virus y metales pesados deben ser eliminados del agua antes de ser consumida. Lo más recomendable es que el agua sea purificada justo antes de ser consumida, ya que una vez almacenada puede contaminarse nuevamente, debido a su reactividad (capacidad de absorber sustancias que se desprendan o rodeen el envase en el que se ha almacenado).
Adicionalmente los procesos de purificación más potentes, como la Ósmosis Inversa, pueden retirar del agua incluso los minerales necesarios para que nuestro cuerpo la pueda absorber a nivel celular, es por ello que lo mejor es contar con una etapa de remineralización o alcalinización del agua, adicional a la purificación.
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